Quilmes desdibujado, perdió con Chicago y se despidió de la ilusión. Otro año en la Primera Nacional

Quilmes perdió 1-0 ante Nueva Chicago en Mataderos y se despidió del Reducido por el segundo ascenso a la Liga Profesional. Tras empatar 0-0 en el partido de ida en el Estadio Centenario, el Torito logró imponerse en casa gracias al gol de Agustín Paz y avanzó a las semifinales, dejando al Cervecero fuera de la lucha por volver a la máxima categoría.

El gol llegó apenas iniciado el segundo tiempo. En un lateral ofensivo, Facundo Castro envió un centro que derivó en un remate tapado por Esteban Glellel, pero Paz aprovechó el rebote y definió con potencia. Quilmes intentó reaccionar, pero el partido se descontroló con tres expulsiones en cinco minutos: Leandro Allende y Santiago Moya por el Cervecero, y Evelio Cardozo por Chicago.

El equipo dirigido por Mario Sciacqua no mostró su mejor versión en Mataderos. Si bien logró dominar el juego en tramos del primer tiempo, especialmente por las bandas, no generó situaciones claras más allá de un remate de Damián Adín que dio en el palo. Chicago, por su parte, se cerró bien en defensa y aprovechó sus oportunidades.

En el complemento, Quilmes se encontró con el golpe del gol tempranero y nunca pudo recuperarse. Las expulsiones complicaron aún más el panorama y el equipo quedó sin respuestas futbolísticas ni anímicas, despidiéndose del Reducido con un rendimiento por debajo de las expectativas. Así, lleno de impotencia y descontrolado, terminó con dos jugadores menos y nunca le encontró la vuelta al partido. El peor final para un equipo que en el último tiempo había ilusionado a la gente.

Quilmes deberá conformarse con otra temporada en la Primera Nacional, lamentando una eliminación que dejó un sabor amargo tras ilusionar a sus hinchas.